Plaza Cívica de Tlacolula de Matamoros
Julio 2017 | Tlacolula de Matamoros, Oaxaca
El concurso Oscar Hagerman 2017, de convocatoria abierta, tuvo como objetivo rediseñar una nueva plaza cívica para Tlacolula de Matamoros, Oaxaca, buscando revitalizar un espacio clave para la vida social, comercial y cultural de la comunidad.
El proyecto se conceptualizó a partir de un sistema modular de bóvedas (6 m x 6 m), diseñadas para adaptarse a las diversas necesidades del programa arquitectónico. Este enfoque flexible permitió integrar elementos funcionales y estéticos que respondieran a las demandas específicas del entorno.
Entre las principales necesidades identificadas se incluyeron:
El resto del programa, que abarca quioscos, baños y espacios polivalentes, se resolvió mediante el mismo sistema modular. El terreno se dividió en tres áreas, destacando la plaza cívica como el espacio de mayor jerarquía.
Para potenciar la conectividad y el uso integral del lugar, se propuso la incorporación de un corredor techado y un espacio polivalente, también utilizando los módulos abovedados. Este corredor conecta dos de los puntos más emblemáticos de Tlacolula: la iglesia y el mercado, unificándolos en un eje que promueve el tránsito peatonal y la cohesión comunitaria.
El proyecto se conceptualizó a partir de un sistema modular de bóvedas (6 m x 6 m), diseñadas para adaptarse a las diversas necesidades del programa arquitectónico. Este enfoque flexible permitió integrar elementos funcionales y estéticos que respondieran a las demandas específicas del entorno.
Entre las principales necesidades identificadas se incluyeron:
-
Un área de comercio, destinada a la venta de nieves, cafeterías y otros servicios.
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Una bahía de descarga para suministros y autobuses turísticos.
- Un sitio para taxis.
El resto del programa, que abarca quioscos, baños y espacios polivalentes, se resolvió mediante el mismo sistema modular. El terreno se dividió en tres áreas, destacando la plaza cívica como el espacio de mayor jerarquía.
Para potenciar la conectividad y el uso integral del lugar, se propuso la incorporación de un corredor techado y un espacio polivalente, también utilizando los módulos abovedados. Este corredor conecta dos de los puntos más emblemáticos de Tlacolula: la iglesia y el mercado, unificándolos en un eje que promueve el tránsito peatonal y la cohesión comunitaria.